¡5 claves para cuidar la alimentación en el embarazo!
Durante el embarazo, es muy importante que la futura mamá preste una atención especial a su alimentación, pues se encuentra ante una etapa con necesidades nutricionales que debe satisfacer a través de una dieta equilibrada.
Variada y completa, la dieta en el periodo de gestación ha de contar con alimentos que aporten nutrientes de calidad.
Hoy queremos compartir estas 5 recomendaciones clave para una dieta sana y equilibrada en el embarazo.
1. Alimentación de calidad.
No hay que comer mucho más, sino comer mejor. La ingestión de calorías recomendada durante el embarazo se sitúa en torno a las 2.000 calorías diarias. Toma como orientación, la dieta mediterránea, referente de alimentación saludable.
2. Realiza 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena.
Es mejor consumir pequeñas raciones varias veces al día para favorecer la digestión y combatir la pesadez y la acidez de estómago típica del embarazo.
3. Hidratación.
El consumo de agua en el embarazo facilita la digestión, la eliminación de toxinas y ayuda a aliviar las molestias del embarazo como el dolor de cabeza, el estreñimiento y la retención de líquidos. Es recomendable beber de 6 a 8 vasos de agua al día.
4. Alimentos seguros. Recurre a alimentos seguros para ti y tu bebé:
- Prioriza los alimentos de origen vegetal, frutas y verduras.
Son esenciales por su aporte en vitaminas y minerales, sobre todo las verduras de hoja verde (lechuga, espinaca, acelga) y frutas como la naranja, que son algunos de los alimentos ricos en ácido fólico y otras ricas en vitamina C que contribuye a una mejor absorción del hierro.
- Consume carne, el pescado (3 veces en semana).
Los lácteos, las legumbres y los frutos secos por ser alimentos ricos en hierro, y en calcio, además de los ácidos grasos esenciales del pescado, entre los alimentos más ricos en omega 3. Los mariscos como los berberechos y las almejas por su contenido en hierro y en yodo, mineral necesario en el embarazo.
- No olvides los cereales, las legumbres y los hidratos de carbono por su aporte de fibra y energía que deben formar parte de la dieta diaria.
- Reduce el consumo de dulces, refrescos, golosinas, bollería y grasas trans.
Su consumo debe ser esporádico. También reduce el consumo de café e infusiones y elimina el consumo de alcohol.
5. Forma de cocinar y condimentos.
Controla la sal en los platos. A la hora de cocinar, la plancha es una de las formas más saludables de preparar los alimentos pues conservan sus valores nutricionales. Y recuerda que para condimentar los platos, el aceite de oliva es una de las mejores opciones: contiene antioxidantes y ácido oléico que contribuye a mantener controlado el nivel de colesterol y para el crecimiento de los huesos.
La alimentación sana y equilibrada no debe limitarse al tiempo de gestación. Una dieta sana antes del embarazo ayuda a preparar el cuerpo de la mujer para afrontar el adecuado desarrollo del bebé. Después del embarazo y durante el período de lactancia, las demandas fisiológicas de la mujer también aumentan, y por tanto una alimentación sana y equilibrada, rica en nutrientes, es básica para poder ofrecer al bebé, a través de la leche materna, la mejor alimentación.